lunes, 8 de febrero de 2010

LA MODA COMO PREVENCION

La moda impone a menudo vestidos cuyo tejido o corte es un desafío al confort y a la higiene. Los jeans demasiado estrechos, ocasionan un frotamiento permanente de la parte interna de los muslos que pueden favorecer la aparición de micosis. El llevar vestidos demasiado fruncidos con gomas frena la circulación sanguínea. Los tejidos sintéticos en contacto directo con el cuerpo mantienen la sudación. Muchos zapatos femeninos son antihigiénicos: su tacón alto o demasiado bajo, su punta puntiaguda que aplasta los dedos de los pies entrañan un desequilibrio del cuerpo, hasta dorsalgias, sin hablar de todas las deformaciones y callosidades del pie: hallux valgus (juanete), dedos en martillo. El llevar botas altas durente 6 de los 12 meses y 12 de las 24 horas tampoco es deseable: traba la circulación de la pantorrilla, apretada todo el día en una bota estrecha, y mantiene la maceración de los pies. La moda es tiránica, hay que saber elegir lo confortable y lo agradable vigilando el monedero y la salud.

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